Valencia con su Virgen de los Desamparados – 2009

15 mayo 2009 por Francisco Ponce en Noticias, Todos los artículos, Valencia - España

Un año más los valencianos de nacimiento o de corazón podemos disfrutar de una jornada llena de emociones y sentimientos a flor de piel. Es el día de nuestra patrona, la Virgen de los Desamparados. El Miguelete y la Catedral esperan impacientes el momento del traslado de la Virgen que a hombros de la multitud la traen desde la basílica.

El Miguelete y la catedral

De buena mañana las gentes buscan el mejor emplazamiento posible –  algunos rodeando la catedral – para asistir a tan emotivo acto, prueba irrefutable del fervor del pueblo llano.

Parte trasera de la Catedral

La basílica está repleta de devotos, no cabe ni una aguja, los cantos y alabanzas – espontáneos – son de una fuerza tal que van más allá de lo superficial, nacen del arrebato más profundo de los corazones y es proyectado por cientos de gargantas en vítores y requiebros a la ‘Xeperudeta’.

La basílica repleta de feligreses

«Mare ya ix, ¡vull vore-la» y la madre levanta a la pequeña, que entusiasmada aplaude, algún resorte en su interior se lo ordena.

Traslado de la Virgen de los Desamparados

La imagen en volandas por la muchedumbre, tras dar una vuelta a la plaza de la virgen desciende por la calle del ‘Micalet’, los aplausos y vítores no han cesado mientras los pétalos de flor le están cayendo a bocanadas desde los balcones, toma el recodo de la catedral y sigue en arrolladora multitud hasta que entra en el templo.

Traslado de la Virgen de los Desamparados

Es la hora de tomarse un chocolate caliente con ‘buñuelos’ en los establecimientos típicos próximos o el ‘bocata’ de beicon y huevo, no tan tradicional pero igual de válido para reponer fuerzas.

Cazuelas de Barro

Entre tanto, otro público se dedica a comprar en la ‘escuraeta’: Una cazuela de barro, una campanilla con mango de roja madera o un recuerdo de la ciudad, es lo habitual.

El público se dedica a comprar en la ‘escuraeta’

Los balcones ya se encuentran engalanados esperando la procesión  de la Virgen que ahora reposa en la catedral y de donde saldar en peregrinación por las calles de Valencia al atardecer.

Balcón engalanado para la procesión de la tarde

Si acudes al traslado la emoción anidara en tu pecho, con tal fuerza, que  cada segundo domingo del mes de mayo, de cada año, de muchos años, repetirás.