Francisco Ponce Carrasco

Desde la experiencia escribo esta “columna” – El Abrelatas

La gestión comercial o de captación de clientes son el <<motor>> de la empresa

Desde siempre, en la actualidad también, los representantes, ahora llamados comerciales, se han demandado con interés en el mercado laboral, por cuanto son la sangre del negocio y aportan flujo de riqueza a las empresas.

Haciendo un repaso a las profesiones que mantienen un nivel alto de oferta de empleo, aparecen en los primeros puestos. En estos momentos es una suerte tener estas facultades.

Un vendedor ha de ser honesto en lo que ofrece y aconsejar según las necesidades del comprador, lo que le dará credibilidad. Su convencimiento en lo que ofrece debe ser total y la empatía con el cliente a máximo nivel.

La destreza en saber cerrar una operación es un arte, y como tal se debe valorar y pagar.

El buen comercial, el que sabe de su valía y lo puede demostrar, no tiene problemas en aceptar el trabajo con un salario normal, más incentivos por objetivos. Esta actitud siempre gusta en los departamentos de recursos humanos.