“La mujer rural” comienza a ser leyenda – La columna

15 octubre 2021 por Francisco Ponce en La columna, Todos los artículos

La Columna de Ponce

<<El campo siempre agradecerá la «caricia» de unas manos de mujer>>

Puede que el reconocimiento les venga ahora, puede que ahora sea tarde, pero su contribución en la vida rural fue, es y será, vital siempre.

Cada vez, lo rural se ha hecho en parte autónomo de lo agrario, pero este proceso lejos de crear una competencia entre ambos, está contribuyendo a su mantenimiento y a su consolidación.

El medio rural es muy importante, no solo por su labor productiva, -que también – sino porque realiza otras funciones, de carácter social, ya que esta actividad ha permitido la permanencia de la población familiar en el ámbito del campo, con  tradiciones y culturas populares de dicho entorno.

Acuarela de Francisco Ponce

El Día Internacional de las “Mujeres Rurales”, tiene como objetivo el reconocimiento al papel decisivo de las mujeres en el desarrollo y la seguridad alimentaria. Fue establecida por Naciones Unidas en diciembre de 2007 y se puso en práctica el 15 de octubre de 2008

Estos criterios se hacen más ciertos en las zonas de España y del mundo más alejadas de las grandes ciudades y con mayor aplicación en el apartado de <<recolección>> de los cultivos intensivos y poscosecha.

Los actuales adelantos para recolectar los frutos mecánicamente, está limitando este aspecto de trabajo, donde la mujer siempre tuvo y para mí seguirá teniendo suma importancia.

En las zonas rurales más deprimidas encontraremos que se sigue empleando a la mujer en todas las tareas del campo, mientras en las más desarrolladas han pasado a ejercer en la manipulación artesanal de productos agroalimentarios y actividades económicas relacionadas con el valor añadido de los productos agrarios, fundamentalmente en la transformación y comercialización de los mismos.

Este Día Internacional de la Mujer Rural es un momento clave para impulsar la acción de todas las partes interesadas para ayudar a las mujeres y niñas rurales, no solo a reconstruir sus vidas después del COVID-19, sino también a aumentar su formación y preparación para enfrentarse a dificultades futuras.