Día de la Diversión en el Trabajo – 2010

13 abril 2010 por Francisco Ponce en Noticias, Todos los artículos

Sí señores, coincidió en festivo y se pasó, en este año 2010, al jueves día 8 de abril. Hablamos del DDT (Día de la Diversión en el Trabajo) más conocido en el mundo global como Día Internacional de la Diversión en el Trabajo, lo de internacional ¡Mola Bastante!, a pesar de que distrae la oportunidad de uso del conocido DDT que tiene cierta gracia, por las muchas analogías que sugiere.

Por las calles de Madrid

Por las calles de Madrid

El lema escogido para esta ocasión es: ‘El humor, un paraguas ante la adversidad’ y hace referencia a la situación económica que se vive a nivel nacional e internacional, por lo que los lideres del Humor Positivo, Eduardo Jáuregui y Jesús Damián Fernández, proponen ‘desplegar el ingenio para aguantar el chaparrón’.

Es un día lúdico – no exento del curro – en el que como viene siendo tradicional en muchas ciudades del planeta y también en  Madrid, los componentes de Humor Positivo y Donantes de Risa se unen en celebración, representando una parodia de cáustico significado para pregonar que: “Es una ocasión especial para conmemorar que el trabajo no tiene por qué ser gris, que la seriedad no requiere solemnidad, y que el humor ofrece importantes beneficios para cualquier organización y sus equipo humanos”. El acontecimiento quiere transmitir igualmente que «La risa reduce el estrés y las emociones negativas, al mismo tiempo que estimula el optimismo y el bienestar psicológico».

Declarándome defensor del humor y amigo de los combocantes:  Eduardo Jáuregui, Jesús Damián Fernández y Rafael Lubal López, quiero mediante este artículo, felicitarles y animarles para que continúen con sus muchas intervenciones, en las que siempre está patente su fino y crítico sentido del humor.

Algo se hunde

Algo se hunde

Mientras la economía en España esta cada día más hundida y las esperanzas merman, solo el humor puede reflotar este “titanic-o” momento, si todos soplamos en la misma dirección, quizás se consiga volver a inflar su interior con aire de esperanza.

“El amor sin humor, es como el humor sin amor” digo yo –, si bien algo más profundo lo afirmó, Samuel Taylor Coleridge (Poeta Inglés): “No hay un espíritu bien conformado al que le falte el sentido del humor”.