Francisco Ponce Carrasco

Entrega Teléfonos Móviles por los Reyes Magos 2025

Un regalo que, lejos de ser una novedad, se ha convertido en una tradición más, tanto en hogares de familias con mayores recursos como en aquellos con menos “posibles”

La proliferación de estos dispositivos es un fenómeno que trasciende las clases sociales y que se ha consolidado en todas las edades, especialmente entre los más jóvenes.

El teléfono móvil ya no es solo una herramienta de comunicación, sino una especie de extensión del individuo.

Su uso abarca desde el entretenimiento hasta las tareas escolares, pasando por el acceso a las redes sociales. La función del móvil ha evolucionado de manera impresionante en los últimos años, convirtiéndose en un imprescindible tanto para los adultos como para los más pequeños.

Sin embargo, surge una interrogante: ¿es realmente necesario regalarle un teléfono móvil a los niños o adolescentes?

Cada vez más se observa cómo el móvil es utilizado de manera desmesurada, desde el primer minuto del día, hasta el último de la noche, el dispositivo se mantiene en las manos de las personas, invadiendo todos los rincones de la vida diaria: en las comidas, en las reuniones familiares e incluso en momentos que deberían ser de descanso.

Este uso excesivo no solo genera problemas de salud como el sedentarismo y los trastornos visuales, sino que también ha afectado el comportamiento social.

El fenómeno ha alcanzado su punto máximo entre los jóvenes, quienes, al estar constantemente conectados, muestran una gran dependencia de sus dispositivos. Las interacciones cara a cara se han visto reemplazadas por mensajes, fotografías y videos que, si bien acercan a personas distantes, alejan a aquellos que se encuentran a pocos centímetros de distancia.

La empatía, una de las bases de las relaciones humanas, se ve afectada, pues los individuos parecen haber olvidado la importancia de la conexión física y emocional, reemplazada por la virtual.

Este regalo de los Reyes Magos de 2025 podría ser, tal vez, el recordatorio para muchos de que la verdadera conexión humana no está en la pantalla de un dispositivo, sino en el encuentro cercano e indiscutible entre personas.