Y la risa se hizo presente

25 febrero 2011 por Francisco Ponce en Eventos culturales, Todos los artículos

“El humor se pone bañador” (Primera parte)

«El verdadero humor empieza
cuando ya no se toma en serio,
ni uno mismo».

Todo dispuesto, las sillas en forma de herradura apoyadas en las paredes y cerrando el fondo, el público sentado en ellas, aquello parecía una piscina sin agua, el riesgo del ‘coscorrón’ parecía posible y el del fracaso también, pero nada de esto sucede cuando el ánimo es elevado y la gente está dispuesta a prohibirse los pensamientos perjudiciales para entrar en catarsis positiva, y anida una sincera intención de compartir con los demás.

(Francisco Ponce)

(Francisco Ponce)

Francisco Ponce, explica un extracto de lo más elemental que contiene todo el evento y unas pequeñas pautas de observación:

“En lo cotidiano nos suceden cosas que nos pueden producir ‘alegría’ o ‘tristeza’, solo nosotros tenemos la facultad de decidir, de qué lado las miramos…”

“Siempre es muy importante mantener la mente positiva y dominarla, NO que la mente nos domine…”

“Tener sentido del humor es sano, relaja, los seres humanos queremos personas positivas y alegres a nuestro lado, la RISA cala en nuestros sentidos y al igual que la vista detecta los colores y el oído los sonidos, el humor detecta el positivismo en la vida…”

“Pero la risa ha de ser siempre una actitud compartida uno no debe reírse de los demás, sino con los demás. El humor debe ser inofensivo, no agresivo, no dañino, no insultante…”

Luego desvela en qué consisten los diferentes juegos que figuran en el ‘Vodevil interactivo’ del que es autor, y solicita la participación del público que lo desee – todos se apuntan – ante el campechano desafío.

(Gloria - Francisco - Vicente)

(Gloria - Francisco - Vicente)

Para gestionar todo el espectáculo reclama la colaboración de Vicente Barberá un estudioso de las motivaciones sobre la felicidad y a Gloria de Frutos, encantadora poetisa, ambos ejercerán de cómplices.

(Ojos Tapados)

(Ojos Tapados)

Vicente Barberá trata de poner las energías en sintonía y hace que todos los participantes, cogidos de la mano, se trasmitan la energía positiva necesaria para alcanzar la buena sinergia.

Al tercer intento, Vicente, que es un ‘purista’, se esfuerza e insiste en que llegue la corriente de forma ordenada, pero las risas son el ‘cortocircuito’ por lo que se desestima darle más presión a la dínamo, energía ya tenemos suficiente.

(De narices)

(De narices)

Una segunda parte dentro de este bloque, consiste en formar parejas y las señoras son las encargadas de elegir su ‘partener’ esa noche, se les vendan los ojos con un pañuelo ‘fallero’ y a la de tres, se lanzan a por su media naranja, sin saber que las naranjas estaban cambiadas de posición, lo que genera un revuelo de ‘busca y encuentra’ pero todo tienen solución y las parejas al fin se localizan y pasan a realizar diferentes juegos.

(Mandarin)

(Mandarin)

Se solicita un silencio y el conductor del juego, Francisco Ponce, dándose media vuelta  se coloca una nariz de payaso, la magia se produce, no solo se trasforma su rostro que irradia hilaridad, sino que el de todos los presentes cambia a una sonrisa declarada y abierta.

Se sigue con los juegos, esta vez todos tienen su roja nariz tras la que pueden esconderse de algún ínfimo reparo, si es que todavía bulle alguno en su ánimo.

(Interactivo)

(Interactivo)

Una primera parte que se cierra divertida, amena, llena de espontaneidad y participativa y sobre todo con carácter de confraternidad en la búsqueda de la sonrisa más sana.

(Sigue la segunda parte)

Fotografías de: José Luis Vila Castañer.