Miembros de la Real Orden del «Buen Humor»

26 febrero 2011 por Francisco Ponce en Eventos culturales, Todos los artículos

“El humor se pone bañador” (Segunda parte)

Superada, con sobresaliente, la intervención de todos los participantes, llega el momento por el que de uno en uno, son nombradas Damas o Caballeros, según su condición, de la “Real Orden del Buen Humor”.

Se lee el nombramiento que dice:

“Yo maestro mayor, en nombre de la real orden del “Buen Humor”, nombro a………..Dama/Caballero, de dicha orden. Que la risa te acompañe y la regales».

Cada miembro lo acepta de buen grado, sin coacción alguna más allá de la carcajada que más que presión es descompresión.

(Nombramientos)

(Nombramientos)

Para completar el protocolo, por riguroso orden de alternancia entre damas y caballeros, son tocados en cada hombro con el báculo ‘escobilla’ de rancio abolengo, heroica, histórica, vencedora de mil tres batallas, tras lo cual y comprometiéndose mediante juramento a regalar en todo instante sonrisas, van a retirar el diploma nominativo, firmado y sellado que se expide por la “Sala Manaut” y que certifica tan alta investidura.

(Carmen Galdu - Certificadora)

(Carmen Galdu - Certificadora)

Este documento es de gran valor, por cuanto encierra nada más y nada menos que la apostura del buen humor y algunos se llevan, igualmente, la fórmula mágica de la pócima, con misteriosos ingredientes para su remojo y destilación, que permitirá a los ‘cascarrabias’ que la tomen y en próxima oportunidad lo demuestren, su reconversión y posible aceptación para pertenecer al heráldico universo de la risa.

(Stella Manaut - Francisco Ponce)

(Stella Manaut - Francisco Ponce)

Públicamente se dio las gracias a Stella Manaut, por la gentileza mostrada al Grupo Literario A-rimando, al prestarle sus instalaciones, para la promoción del libro “Alquimia de los Sentidos” y la posterior puesta en escena del interactivo.

(Grupo)

(Grupo)

Fue una tarde simpática y agradable que ‘pasó volando’ al decir de muchos, y que una vez más sirvió para demostrar que el ser humano también sabe y puede ser feliz.

“Es posible que me hubiese aniquilado la tristeza, si no fuese, por la facilidad que tengo para descubrir la parte cómica de las cosas”.

Fotografías de: José Luis Vila Castañer