L´EMBOLIC 2015 – La Revista Fallera por Excelencia
15 marzo 2015 por Francisco Ponce en Eventos culturales, Presentación de mis libros, Todos los artículosDe regreso al Balcón
Por aquel entonces, tanto mi amiga como yo contábamos con bastantes menos años. Recuerdo, como en una nebulosa, cuando nos sentábamos en el suelo del balcón que asomaba a la plaza donde se plantaba una antigua falla de prestigio y solera, en la zona céntrica de Valencia.
Unas banderas de tela, algo raídas, sobresalían en los extremos de la balconada ondeando en la suave brisa vecina de la inminente primavera, en los días de Fallas. Carraspeábamos al dar las primeras caladas al cigarrillo, que a escondidas le habíamos quitado a mi abuelo.
Recuerdo la alegría de las fiestas falleras, pasacalles, despertà, mascletà, ríos de falleras y falleros ataviados con los trajes regionales, acudiendo a la concentración tras su estandarte y canastillo de flores, camino de la ofrenda a la Virgen de los Desamparados.
Nos pasábamos largas horas, así sentadas, en noches de marzo escuchando la orquesta de verbena fallera, con aromas de azahar, de buñuelos y de pólvora.
Fantaseábamos sobre cómo seríamos de mayores, decíamos que nos haríamos novias de algún fallero del barrio y nos casaríamos a los veinticinco años, reíamos cuando imaginábamos que nuestros maridos serían hermanos y bautizaríamos a los hijos con nombres exóticos.
Sin duda, nuestros vestidos de novia debían ser blancos, como los copos de nieve, para mostrar nuestra pureza, luciríamos una cola larga, larguísima, en este punto nos peleábamos por ver quién añadía más metros.
El 19 de marzo, San José, a las 12 de la noche era el momento mágico de la ‘cremá’ tras un espectáculo de fuegos de artificio.
Primero sentíamos con gusto el calor del fuego en nuestro rostro, luego teníamos que retirarnos ante la fuerza de las llamas, a nosotras nos daba pena que se quemaran y fluían algunas lagrimas que se deslizaban por las encendidas mejillas, entonces el abuelo nos abrazaba y decía:
“Las Fallas se prenden fuego, es la tradición, es la manera y el sentimiento de entender el arte del pueblo valenciano, que simbólicamente, pretende quemar todo lo malo, con la esperanza que el fuego purificador traiga mejores oportunidades para sus gentes.”
Ahora, estoy asomada en el mismo balcón, alguien retiró las banderas y las guardó en el armario, ya no está el abuelo para cogerle tabaco, yo me compro los cigarrillos y no toso a pesar de tragarme el humo, pero el lugar no lo comparto con mi amiga, nuestros caminos se separaron hace años en algún punto que ni siquiera recuerdo.
Superé los veinticinco años, aquellos que veía tan lejanos. No me he casado, tampoco sé si quiero hacerlo… y de hacerlo dudo que necesitara un vestido blanco de larga cola.
La noche sigue impregnada de aromas de azahar, de buñuelos y de pólvora…, como por aquel entonces.
* * * * *
Francisco Ponce Carrasco – Escritor
Miembro J.D. de (CLAVE)
y Académico de (AICTEH)
Comentarios
Este es el primer comentario a "L´EMBOLIC 2015 – La Revista Fallera por Excelencia".Deja un Comentario