Francisco Ponce Carrasco

Castellnovo C.F. – Tampoco en Navidad

– Hombre no es como en la capital, pero nuestro equipo de fútbol, nuevo de este año, es muy importante para nosotros, porque es el del pueblo.

Segismundo le contaba con euforia a su nieto de 8 años, que se había hecho un equipo con jugadores y directiva nueva, que tenían un campo de fútbol con césped natural muy bonito y grande, con banderas encima de los vestidores, con una valla de metal y todo, también tenían bar y que a un refresco de naranja le invitaría esa tarde.

Pablo, su nieto, venía de lejos a pasar la Navidad con sus abuelos y aparte de comerse todos los dulces que la abuela María,  con tanto amor preparaba para él, quería asistir al partido de fútbol y ver al equipo de su abuelo, del que por teléfono tanto le había hablado.

(La Mina)

Comieron en familia y antes del postre salieron hacia el campo de “La Mina”, eso sí su nieto le hizo prometer que los pastelitos de ‘boniato’ y la torta de pasas y nueces, las guardaría para cuando regresaran y celebraran la victoria del Castellnovo.

(Castellnovo)

Segismundo se sentó junto a su cuadrilla y mostrando al muchacho ufano les decía:

– Este dentro de unos años, al equipo del Castellnovo.

– ¡Mira! ¡Mira! Pablo, ya salen los jugadores.

– En fila, como en la tele.- se entusiasmó el chaval.

(Comienzo)

Comenzó el partido y la fiesta del fútbol se advertía con triunfo, puesto que  el equipo contrario el Gilet U.D. tenía un punto menos en la tabla clasificatoria y era de un potencial parecido.

En el fatídico minuto 13 el Castellnovo C.F. encaja un gol por claro fallo de la defensa, cunde el desanimo, curiosamente Segismundo no se inmuta quizá en lo más profundo de su corazón lo temía, no estaba claro el asunto y más cuando a partir de este momento los pases se diluían en el centro del campo y cuando el Castellnovo llegaba a la portería contraria lo hacia sin fuerza y el rival jugaba a destruir.

Con el segundo gol del Gilet U.D. en las postrimerías de la primera parte, todo pareció perdido. Segismundo trataba de explicarle al nieto lo que tenía poca explicación.

– Un día sin fortuna – le decía.

– Bueno abuelo, en la segunda parte ganamos, vamos ahora a por el refresco.-

(Elena)

En la segunda mitad el Castellnovo con 45 minutos por delante, no manifestó para nada hambre de gol y  no pudo o no supo, reaccionar ante un oponente con experiencia pero que tampoco  es de lo mejor que ha pasado hasta el momento por “La Mina”, un equipo aguerrido, que mostró carácter rayano en la marrullería, y que le valió para llevarse los tres puntos, por un claro 0 – 2.

(Jugada)

Una nueva derrota en casa y a esperar otra oportunidad, que la paciencia si se agota se renueva, es cuestión de no cerrar el grifo de la confianza hacia los jugadores y la ilusión por un deporte que estamos seguros tiene que dar gloria a la localidad de Castellnovo.

Segismundo se dijo a si mismo aquello de “A mal tiempo buena cara” por lo que los pasteles se merendaron y su nieto hasta se puso la camiseta a rayas blancas y negras del Castellnovo C.F. para que su abuelo viera que le gustaba, pero a Segismundo, lo que de verdad le hubiese gustado, habría sido hacerle a su nieto un regalo de Navidad, viendo ganar al equipo de su pueblo.

Imagenes de : David Novella y equipo fotográfico